miércoles, 15 de mayo de 2013

Poesía

La poesía, la auténtica, la que no es fruto de manifiestos o poses pseudointelectuales, está llamada a servir a los humanos hasta que el aliento apenas se perciba y hasta que las últimas hojas del último otoño se deshagan en el solitario ocaso.
¿Servirle cómo? Como forma de expresión y desahogo, como medio de evasión, como respuesta a sus eternas preguntas.
La poesía es esperanza en la zozobra; alegría en la catástrofe; ilusión en el burdo materialismo que nos rodea.
Por eso, cantemos, poeticemos la vida, dobleguemos el temor y el miedo de vivir...que aún la poesía es nuestra sencilla compañera de viaje.

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